martes, 14 de septiembre de 2010

¿Por qué no me dejás nadar?

Me encuentro acá otra vez, desviando mi ojo a la luna. Me despierto y por fortuna, no estoy más en mis lugares inconscientes. Donde las aguas se elevan hasta los pájaros y la arena se lleva hasta las sombras. Donde por demente me lleva la corriente, me arrastra hasta abrir los ojos. Aquel lugar donde las miradas huelen mal y nada te dá aliento.
¿Cuándo habrán colores en el mar y flores en el viento?, siempre las tuve lejos.
¿Por qué no me dejás nadar? como el pez que vive en tu agua, dejo atrás lo que siento.
Busco despertar de esa vida sin vida, de esa luz sin luz, de esos cielos locos. Donde por demente me lleva la corriente, me arrastra hasta abrir los ojos. Y grito sin gritar, toco sin tocar. Las crueles aguas me llenan de sal. ¿Por qué no me dejás nadar? como el pez que vive en tu mar, que respira en el mar. Las tristes olas me quieren arrastrar. Tristes olas que son una inmensidad. Inmensidad como el océano, que se mueve con tanta agilidad.
La luna se desvió en mi ojo y me despertó, mis sueños ya se fueron, ya no son.
El agua ya está calma, no se agita sin razón.

Te regalo un pedazo de mi mente para que sueñes con el mar, ¿Por qué no me dejás nadar?.




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