Allá voy, por aquella estrella que vés
desde tu cielo, la vés, y en ella estoy.
Vení que aca no hay dolor, no escuchamos
caer las lágrimas, nadie nos enseñó.
En esta nube viajo y hacia abajo miro,
no quiero ver y entonces veo el vacío.
Por esta montaña voy y ya no sé por donde camino,
en esa estrella no está, no mi destino.
Me tropezé con la muerte y sólo reí,
nadie me enseñó y nunca aprendí.
Volé a tu estrella, y no encontré nada en ella,
nada que me haga vivir.
(Entre el arco de colores
de flores me alimento.
Sólo bajo a vivir rápido,
voy subiendo a morir lento.
Entre las calles del infierno,
voy preparando mi vuelo.
Estoy cayendo desde alto,
a dormirme contra el suelo.)