miércoles, 9 de septiembre de 2015

Carta a Andrea

A mi voz le canto sombras de extraño,
salvando las mareas suaves te veo.
Pienso que si no estás me engaño
y te busco en ausencias que trae el viento.

Y si me toco el pecho en un grito sordo
acaricio tus manos danzantes de fuego.
Te abrazo hurgando lineas en mi cuello,
transportadora de ríos que se unieron.

Y si me enciendo en un llanto cobarde,
acaricio tu pelo de trenzas que laten.
¿Vendrás con un soplo desafiante,
chispeando en tus ojos ardientes anhelos?

Mi voz le canta cartas a Andrea,
que vueles bajito y silbandome adentro,
para que broten sonidos que brillen,
y me encuentre en donde te encuentro.




viernes, 7 de agosto de 2015

Camino



Andas buscando algún camino, 
no ves el borde, ya está borrado. 
Puede ser que pises fuera 
que a tus pasos los lleve el norte.
La sin calma desespera, 
pateas con esperanzas de estar preciso,
los ciegos de tu mente te arrebatan
pedazos del cuerpo que te quedan.
Y vas silbando en la tempestad,
y este es el lugar que te prometiste.






lunes, 3 de agosto de 2015

De hace años

La vida pasa casi imperceptible ante nuestros ojos. Como si el viento se la llevara tan rápido asi como transcurren las agujas del reloj. Huelo a salsa desde mi ventana y deseo saber quien la está preparando. No quiero modificar este texto, simplemente estoy escribiendo a medida que mi cabeza piensa. Somos tan insignificantes que en el mismo tiempo en el que presiono una tecla y escribo esto, puedo desaparecer, volverme polvo.
¿Qué nos dará la vida al final de todo? ¿Será que según lo que logremos, nos iremos a determinado lugar? Todavía no lo sé, pero sé que todo pasa tan deprisa que cuando me dé cuenta ya va a faltar poco para descubrirlo. ¿Acaso el destino de nuestras vidas está escrito en algún lado? ¿O nuestro destino lo vamos trazando a medida que el camino avanza?. El olor a salsa es cada vez mas fuerte y simplemente desearía que venga de mi cocina y nada más, pero ¿qué hago con mis deseos? Voy y me pongo a preparar la salsa o dejo que mágicamente se prepare sola por alguien que va a aparecer en mi cocina y le va a haber robado los ingredientes a aquel que la está preparando en este momento y está siendo olfateada por mi.






Chiche

Entrando a un sueño profundo
un abismo desconocido al que tememos,
aún con el mismo sol respira tu cuerpo.
Alzas tu mano en busca del viento.

Todavía late incansable el cuerpo frágil
recuerdos que son película esta noche.
Abrazada a las huellas que dejaste,
serás luz del mar inagotable.

Van dibujandote líneas en la cara,
juegan con tu pelo cálidas manos.
Ya están disfrazados los que esperan,
bailas de tacos el suave piano.

Ojos de montaña ven al mundo en calma,
sé que sonreís porque te abrazan de nuevo.
Soñando que miras a través del tiempo,
cantándole a las voces que se fueron.

Ahora que ves el fuego del cielo nocturno 
tardes y lunas como ramos de flores,
tu alma azul se agitará entre nubes 
cuando tus años se duerman en colores.

martes, 23 de junio de 2015

La última flor



Tengo la última flor que regalaste,
un pedazo de resplandor del alma.
Y a medida que las hojas caen,
dejando ver la grieta de ser,
nos arrebatamos entristecidos por las palabras,
esas que resuenan como gritos de alarma.

Del tiempo, las respuestas agrias

como un viento que cruje,
agujas tibias de un sol constante,
que aún constante se desvanece,
y nos encuentra de noche agitados buscando renacer.

Arrepentidos,

clavamos la lanza infame en la espalda y rugimos.
Convencidos
de haber encontrado la sal de la verdad hambrienta,
Desamparados
por el brillo que parece cruzarnos pero nos atraviesa.

Del llanto nacen raíces dulces,

dormirán bajo los pies las llamas desprendidas
y un canto revivirá las rodillas aletargadas,
revivirá la última flor que me regalaste...


Fuerza natural



La Fuerza está preparada y salta. 
Mientras cae en espiral busca en sus sentidos, 
que empiezan a cambiar de esperanzas.
Está suelta, aunque no segura,
las piezas se desarmaron y surgió una melodía.
Deja caer a los recuerdos como pétalos de rosa,
traídos de un viento lejano.
La Fuerza que habita un cuerpo frágil,
está viajando entre las nubes del amanecer.
Arranca suave las hojas de las copas
y las guarda junto al pecho encendido.
La Fuerza se hizo canto por la voz que temblaba
y se hizo agua por el río seco.
Está brillando por los ojos tristes y
sin los pies, está bailando un sinfín de canciones.
La Fuerza cae acostada en el ancho verde
y se levanta perpleja de estar viva.
La Fuerza abre las alas otra vez ...

¿A dónde pertenezco?

Germinar a través de la espuma, entre cenizas del mar.
La muerte de la sal, buscás donde no hay.
¿Qué esperás encontrar bajo la piel estropeada?
Palabras que recaen deplorables. Armas de placer sangrantes.
Todos amenazan arrastrarte al vacío, ¿Qué existencia podría ser amena?
No sé a donde pertenezco.