La vida pasa casi imperceptible ante nuestros ojos. Como si el viento se la llevara tan rápido asi como transcurren las agujas del reloj. Huelo a salsa desde mi ventana y deseo saber quien la está preparando. No quiero modificar este texto, simplemente estoy escribiendo a medida que mi cabeza piensa. Somos tan insignificantes que en el mismo tiempo en el que presiono una tecla y escribo esto, puedo desaparecer, volverme polvo.
¿Qué nos dará la vida al final de todo? ¿Será que según lo que logremos, nos iremos a determinado lugar? Todavía no lo sé, pero sé que todo pasa tan deprisa que cuando me dé cuenta ya va a faltar poco para descubrirlo. ¿Acaso el destino de nuestras vidas está escrito en algún lado? ¿O nuestro destino lo vamos trazando a medida que el camino avanza?. El olor a salsa es cada vez mas fuerte y simplemente desearía que venga de mi cocina y nada más, pero ¿qué hago con mis deseos? Voy y me pongo a preparar la salsa o dejo que mágicamente se prepare sola por alguien que va a aparecer en mi cocina y le va a haber robado los ingredientes a aquel que la está preparando en este momento y está siendo olfateada por mi.
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